presente



Recordemos:
1. Un verbo tiene dos partes (radical y terminación)
2. Existen tres tipos de terminación de infinitivo: 

HABLAR, cantar, bailar, parar...
COMER, beber, saber, caber...
ABRIR, vivir, salir, partir...


Verbos Regulares
Cuando se conjuga un verbo regular el radical no cambia nunca.
Sólo se cambia la terminación:

HABLAR
COMER
ABRIR
hablo
como
abro
hablas
comes
abres
habla
come
abre
hablamos
comemos
abrimos
habláis
coméis
abrís
hablan
comen
abren


Ese cambio de terminación es único,
funcionando para los verbos regulares y para los irregulares.

Dale una mirada a ese video abajo...
Hay muchos otros videos como ése en Youtube...
En él vas a ver sólo sobre verbos que terminan en -AR.
Te sugiero buscar por los videos relativos a -ER o -IR,
para que comprendas las tres reglas básicas...



Busca por estos videos al fin del video que está aquí
o entonces directamente en Youtube...

Acuérdate de que el más curioso es el que aprende más.

=)

Verbos Irregulares I

O : UE
CONTAR
PODER
DORMIR
cuent o
pued o
duerm o
cuent as
pued es
duerm es
cuent a
pued e
duerm e
cOnt amos
pOd emos
dOrm imos
cOnt áis
pOd éis
dOrm ís
cuent an
pued en
duerm en


E : IE
CERRAR PERDER SENTIR
cierr o pierd o sient o
cierr as pierd es sient es
cierr a pierd e sient e
cErr amos pErd emos sEnt imos
cErr áis pErd éis sEnt ís
cierr an pierd en sienten


E : I
PEDIR SEGUIIR
pid o sig o
pid es sig es
pid e sig e
pEd imos sEgu imos
pEd ís sEgu ís
pid en sig en

observar que 
 nosotros y vosotros no sufren cambio de radical nunca!!


Abajo, una lista con verbos o: ue
almorzar
morir
aprobar
mostrar
colgar
mover
contar
probar
costar
recordar
devolver
resolver
volver
rogar
dormir
sonar
encontrar
soñar (con)
envolver
tostar
morder
volar
 OFICIAL
DE LA CONJUGACIÓN IRREGULAR

Introducción.

a) Como ya hemos visto (§ 2.10.1c), las irregularidades que se presentan en la conjugación española, con raras excepciones de que hablaremos más adelante, afectan a la raíz verbal. Son pocos los casos en que estos cambios de la raíz proceden de la lengua latina. Así, en parte, los perfectos fuertes. En su conjunto, las irregularidades son resultado de la acción de las leyes fonéticas sobre el sistema entero de la lengua española. El estudio de esta acción compleja, en todas sus fases históricas, está reservado a obras especiales. En la exposición que sigue nos limitamos, dentro de lo posible, a la determinación de los caracteres puramente formales que definen y clasifican una irregularidad dada, entendiéndose que el empleo de fórmulas genéticas como «se agrega a», «procede de», «tiene prelación sobre», etc., no pasa de ser un recurso convencional al que acudimos en defecto de fórmulas adecuadas para la descripción de un estado, no un proceso, lingüístico.

Para la entera descripción de una irregularidad determinada hay que tener en cuenta dos series de datos: 1.o, los que se refieren a su estructura fonológica, y 2.o, los que se refieren a su extensión (formas flexivas, conjugaciones y verbos en que aparece). Los examinamos sumariamente a continuación.

b) La irregularidad puede ser vocálica, consonántica o mixta.

1.o Irregularidad vocálica. La forma irregular presenta en la raíz una vocal más cerrada, pero del mismo timbre, que la vocal de la raíz, tal como esta raíz aparece en el infinitivo: de ped-ir, pid-ió; de mor-ir, mur-ió; o un diptongo creciente, siempre con vocal silábica e: de quer-er, quier-o; de volv-er, vuelv-o; de inquir-ir, inquier-o; de jug-ar, jueg-o. Estas seis irregularidades o variaciones: e/i (I), o/u (II), e/ie (III), o/ue (IV), i/ie (V), u/ue (VI), se presentan con cierta simetría fonológica, simetría que reaparece en la manera de estar distribuidas dentro de la flexión, como veremos.

2.o Irregularidad consonántica. Puede consistir en la sustitución de una consonante por otra (la consonante de la forma irregular es siempre sonora): hac-er, hag-a; hab-er, hay-a (VII), o en la adición de una consonante a la consonante final de la raíz del infinitivo: nac-er, nazc-o; sal-ir, salg-o; ven-ir, veng-o (VIII), o en la adición de una consonante a la última vocal de la raíz del infinitivo: hu-ir, huy-o; o-ír, oy-e (IX).

3.o Irregularidad mixta. Se produce por la sustitución de una vocal y una consonante por otra vocal y otra consonante, simultáneamente: dec-ir, dig-o; sab-er, sep-a; cab-er, quep-a (X), o por la agregación del grupo -ig- a la última vocal de la raíz: o-ír, oig-o; tra-er, traig-a (XI).

4.o En los párrafos finales de este capítulo se examinan las irregularidades que afectan al tema (di, haz ... doy, voy ...), o al tema y a la raíz simultáneamente (perfectos fuertes), así como algunas otras irregularidades de carácter excepcional por ser de sistematización más difícil que las examinadas hasta aquí: contracciones, verbos con más de una raíz, futuros y condicionales irregulares, participios y gerundios irregulares (§§ 2.12.6 a 2.12.12). en casi todos estos casos la irregularidad no suele presentarse sola, sino asociada a otra o a otras irregularidades dentro del verbo o de los pocos verbos a que se extiende.

c) Para la distribución de cada una de estas clases de irregularidades entre las formas del verbo y la conjugación a que pertenecen hay que atenerse a los datos siguientes:

1.o Las cuatro irregularidades vocálicas que consisten en un diptongo: variaciones (III), (IV), (V) y (VI) (apart. 1.o del § 2.12.1b anterior) afectan exclusivamente a las nueve formas fuertes del verbo, es decir, a las formas con acento de intensidad en el radical, que son: todo el singular y la 3.a persona de plural de los dos presentes (indicativo y subjuntivo) y el singular del imperativo (v. § 2.10.5). Así de acertar: acierto, aciertas, acierta, aciertan; acierte, aciertes, acierte, acierte; acierta. Estas irregularidades se hallan siempre, por lo tanto, condicionadas por el acento de intensidad. Aparecen en verbos que pertenecen a las tres conjugaciones -ar, -er, -ir, en la distribución que veremos.

2.o Las irregularidades vocálicas (I) y (II) afectan a todas las formas en que la sílaba que sigue a la raíz no contiene i silábica, que son: todo el singular y la 3.a persona de plural del presente de indicativo, así de pedir: pido, pides, pide, piden; todo el subjuntivo: pida, pidas, pida, pidamos, pidáis, pidan; en singular del imperativo: pide; las 3.as personas del perfecto simple: pidió, pidieron; todas las formas derivadas del mismo: pidiera ... pidiese .. pidiere ..., y el gerundio: pidiendo, en contraste con las formas en que la sílaba que sigue a la raíz es una -i- silábica: ped-i-mos, ped-í-a, ped-i-r, ped-i-do, etc. Por consiguiente, esta irregularidad se halla condicionada, con independencia del acento de intensidad, por la presencia o no presencia de -i- silábica en el tema y, según esto, pertenece a verbos de la 3.a conjugación.

3.o A estas mismas formas —exceptuado el pretérito perfecto simple, sus tiempos derivados y el gerundio— afecta la irregularidad consonántica (IX) (apart. 2.o del § 2.12.1b anterior). Así de huir: huyo, huyes, huye; huya, huyas, huya, huyamos, huyáis, huyan; huye (para la -y- del gerundio huyendo y del perfecto simple y tiempos afines: huyó, huyeron, etc., véase § 2.12.1f, 1.o) en contraste con hu-i-mos, hu-í-s, etc. Por razón análoga a la del apartado anterior, esta irregularidad se extiende solo a verbos de la 3.a conjugación.

4.o Las restantes irregularidades consonánticas y las mixtas (aparts. 2.o y 3.o del § 2.12.1b anterior) se producen, con independencia del acento, en las formas con o temática del presente de indicativo y al mismo tiempo en las formas con a temática del presente de subjuntivo: Afectan, por consiguiente, a verbos de la 2.a y la 3.a conjugación. Así de valer: valgo, valga ...; de salir: salgo, salga ...; de oír: oigo, oiga; de caber: quepo, quepa ...

d) Varía notablemente el número de verbos a que se extiende cada una de las irregularidades examinadas hasta aquí. Algunas se producen en uno o dos verbos. Así la variación u/ue (VI): jugar, o la variación i/ie (V): inquirir y adquirir. En algunos casos todos los verbos que poseen, con exclusión de otros, una determinada irregularidad presentan en el infinitivo una estructura común a partir de la vocal radical. Es el caso de inqu-irir y adqu-irir. Hablamos entonces resumidamente de verbos terminados en -irir, porque todos ellos, y solo ellos, contienen la variación de que se trata. Lo mismo ocurre con los verbos en -uir, cerca de cuarenta en total, del grupo (IX) (variación u/uy). Hablamos también de verbos en -edir porque todos los que presentan esta estructura aparecen sometidos a la variación e/i del grupo (I). Pero en este caso y otros semejantes, de la misma variación participan otros verbos de diferente, aunque análoga estructura: verbos en -egir, -etir, etc. La situación no es la misma, en cambio, por lo que hace a los verbos con variación vocálica e/ie, o/ue, grupos (III) y (IV). No existe para ellos la posibilidad de una caracterización formal que los abarque a todos bajo un infinitivo de estructura común, o bajo diversos infinitivos de estructuras análogas, como en el caso del grupo (I). De los dos verbos renovar y innovar, por ejemplo, de una misma estructura y hasta de una misma etimología, el primero diptonga y el segundo no. Lo mismo ocurre con otros pares: defender, ofender. Hablamos entonces de verbos en -o-ar (apart. [C]), -e-ar (apart. [B]), etcétera, recurriendo a una fórmula demasiado general que no caracteriza al grupo heterogéneo, pero que es útil a veces en nuestra exposi ción.

e) Ocurre con alguna frecuencia en la conjugación irregular española que dentro de un verbo o de un determinado grupo de verbos aparezcan dos o más irregularidades de clases diferentes. Todos los perfectos fuertes (excepto anduve) y los futuros y condicionales (para unos y otros, v. §§ 2.12.9 y 2.12.10), por ejemplo, pertenecen a verbos en los que se da alguna otra o algunas otras irregularidades. Llamamos especialmente la atención sobre el hecho de que algunas formas verbales aparecen sometidas a dos clases de irregularidades. Si las dos concurren dentro de un mismo verbo, una de ellas deja de actuar necesariamente. En la concurrencia de las irregularidades (VIII) y (III), como en tener y venir, (VIII) tiene la preferencia:
tengo tenga
tienes tengas
tiene tenga
........ tengamos
........ tengáis
tienen tengan

(van en cursiva las formas en que deja de actuar (III), es decir, en ellas tien- cede en favor de teng-).

En la concurrencia de (I) con (III), por el contrario, como en sentir y otros muchos verbos, tiene la preferencia (III):
siento sienta
sientes sientas
siente sienta
......... sintamos
......... sintáis
sienten sientan


(en cursiva las formas en que deja de actuar (I), es decir, en ellas sint- cede en favor de sient-).

f) No parece necesario advertir que en la clasificación de las irregularidades no entran para nada las variaciones simplemente ortográficas, como sigo/sigue, dirigimos/dirijamos, hice/hizo, etc. Nazco no es una variante de nace por la presencia de z (tanto la z de nazco como la c de nace en este caso representan el fonema /**/, sino por la c, representación aquí del fonema /k/. La variación es, por consiguiente, /**/ ~ /**k/.

Algunas aparentes anomalías obedecen a principios generales fonológicos del sistema español y no constituyen tampoco, por consiguiente, irregularidad. Las enumeramos a continuación.

1.o Los verbos regulares leer, proveer, creer y los irregulares en -uir, así como caer, oír y sus compuestos tienen consonante y en el gerundio, en el tema de perfecto (3.as personas) y en el de los tiempos derivados del mismo: le-yendo, le-yó, le-ye-ron, le-ye-se ... o-yó ...hu-yó ... ca-yó ... etc., en vez de la vocal i de los verbos cuya raíz termina en consonante: tem-iendo, tem-ió, tem-ie-ron, tem-ie-se ... durm-ió, durm-ie-se ... val-ió, val-ie-se, etc. La imposibilidad de la delimitación silábica /lei.ó/ o /le.ió/, lo mismo que en el caso del plural de rey /**réy/: /**réi.es/ o /**ré.ies/, explica fonológicamente las formas le-yó, re-yes, con consonante y.

2.o Por razones análogas, tanto hierro, hiervo, de herrar, hervir, como yerro, yergo, de errar, erguir, son producto de la variación e/ie (I), pero con el fonema consonántico y, no con el vocálico no silábico i-.

3.o En el perfecto simple (3.as personas), en sus tiempos afines y en el gerundio de los verbos tañer, atañer y de los terminados en -añir, -iñir, -uñir y -ullir, todos ellos regulares, y en las mismas formas de los terminados en -eñir, todos irregulares, no se escribe la i propia del tema de los verbos de la 2.a y la 3.a conjugación.

g) Los tiempos compuestos no tienen más irregularidades que las del auxiliar haber y las de algunos participios. De unas y otras tratamos en epígrafes especiales de este capítulo (apart. [I] y § 2.12.11).

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